¿Qué es la devaluación?

devaluación

La devaluación es uno de los fenómenos que más pueden afectar la estrategia de un inversor o ahorrista para resolver el dilema de cómo hacer rendir el dinero.

Alguien que comience con un capital determinado buscará, cuanto menos, mantener el valor real del mismo a lo largo del tiempo respecto a otras monedas. Sin embargo, diferentes condiciones de la macroeconomía pueden condicionar este objetivo. La devaluación no está exenta de ser incluida entre esos factores.

A modo de ejemplo, una persona que cobra un sueldo bajo la moneda corriente de su país de residencia tenderá a separar una fracción de la misma para comprar dólares para utilizarlos en un viaje futuro o a modo de atesoramiento.

En el caso de que esa moneda pierda valor y aumente el precio del dólar, podrá comprar menos bienes y servicios cotizados en dólares que antes.

Ante ese escenario, se podrá establecer que la moneda corriente de ese país ha perdido valor frente a otra extranjera, es decir, sufrió una devaluación. Aun así, este término tiene condiciones imprescindibles de comprender, tanto por sus causales como por sus efectos hacia delante.

Pero primero y principal, ¿qué es exactamente la devaluación y en qué casos sucede?

¿Qué significa devaluación?

La devaluación significa la reducción del valor de una moneda por medio de una intervención oficial en un sistema de tipos de cambio fijos. Esta tiene como fenómeno inverso a la revaluación, que refiere al fortalecimiento de una moneda, también con un esquema rígido.

¿Qué expresa el término “fijo”? Los países que tienen este tipo de sistemas mantienen un tipo de cambio vinculado fuertemente a una moneda extranjera. Algunos, generalmente la mayoría, fijan su moneda a la evolución del dólar o la utilizan como parámetro para establecer si es necesario un aumento o una disminución del valor del billete local.

Podemos citar algunos ejemplos:

  • Un caso extremo de esta fijación es el de Argentina, que desde 1991 hasta 2001 fijó su moneda, el peso, al tipo de cambio sumamente simbólico de 1 dólar por peso.
  • Asimismo, antiguas colonias francesas situadas en África también fijaban su moneda al franco.
  • Otros, en cambio, la fijan a una cesta de monedas, en la que las ponderaciones reflejan la composición de su comercio

Aun así, el término fijo no implica, como condición indispensable, que el valor de la moneda local se mantenga inmutable. En todo caso, refiere a que los ajustes de valor son aplicados por la autoridad monetaria competente.

¿Es lo mismo devaluación que depreciación?

Por otro lado, también existen los sistemas de tipos de cambio flexibles, en los que el banco central deja que el tipo de cambio se ajuste libremente de la manera que lo determine el equilibrio entre la oferta y la demanda del mercado de divisas.

Estos últimos esquemas registran variaciones en el valor de la moneda cada día y a cada minuto. Los cambios se denominan apreciaciones o depreciaciones, siendo la primera la subida y la reducción, respectivamente, de su precio expresado en una moneda extranjera.  Los países que adoptan este sistema no se plantean como objetivo mantener un tipo de cambio explícito.

Los términos anteriormente nombrados son confundidos por la devaluación y la revaluación. Si bien refieren al mismo fenómeno -la fluctuación de valor de una moneda frente a otra extranjera- la mayor parte de la academia económica hace una distinción entre ambas.

¿Cuándo se decide hacer una devaluación de una moneda?

El banco central de un país tiene la potestad de devaluar o no su moneda, la cual depende de diversos factores económicos y políticos. Por lo general, la devaluación de la moneda se emplea para mejorar la competitividad de las exportaciones del país, ya que una moneda más débil hace que los productos sean más económicos en los mercados internacionales.

En términos generales, las devaluaciones suelen ser resultado de una crisis en el comercio exterior o en el sector financiero. En el primer escenario, se produce cuando los importadores necesitan dólares para adquirir bienes como productos, materias primas e insumos o maquinarias, pero la oferta de esta moneda no es suficiente para satisfacer la demanda.

Ante eso, las crisis cambiarias también comienzan cuando los mercados financieros creen que una moneda se devaluará pronto, para defender una paridad estricta se necesitan costes muy altos, como tasas de interés irrisoriamente altas, lo que pueden tener grandes consecuencias macroeconómicas y pueden obligar al país a una devaluación, aunque esta no estuviera inicialmente en sus planes.

Existen diversas maneras en que el banco central puede devaluar la moneda:

  • Vendiendo reservas internacionales
  • Disminuyendo las tasas de interés
  • Implementando medidas fiscales y monetarias para impulsar la economía.

Además del factor político, la cantidad de devaluación depende de la situación económica actual del país, la inflación, el tipo de cambio vigente, las reservas internacionales, y la política monetaria y fiscal del banco central.

La devaluación de una moneda puede tener consecuencias negativas, como un aumento en la inflación, un incremento en el costo de las importaciones y una disminución en el poder adquisitivo de los ciudadanos. Los bancos centrales deben ser cuidadosos al momento de tomar decisiones sobre la devaluación de la moneda y evaluar las repercusiones a largo plazo en la economía del país.

¿Cómo son los sistemas de devaluación en Latinoamérica?

La tendencia entre los economistas es que los sistemas tipo de cambio flexible generalmente son mejores que los de tipos fijos. 

Un argumento vinculado a la devaluación es que en un país que tiene tipos de cambio fijos, el hecho de que se espere una devaluación lleva a los inversores a pedir unos tipos de interés muy altos, lo cual empeora a su vez la situación económica y presiona más al país para que devalúe.

Entre otros tantos factores, estos países la flexibilidad cambiaria reduce los incentivos a la toma excesiva de riesgo cambiario por parte de los agentes de la economía, lo cual es vital para mantener la estabilidad financiera.

Aun así, los países tienen sistemas de tipo de cambio flexibles no tienen bancos centrales ajenos a la situación del mercado cambiario. Estos pueden intervenir con apreciaciones o depreciaciones en momentos de alta volatilidad o cuando consideran que es necesario para estabilizar la economía.

En Latinoamérica, varios países han optado por sistemas de tipo de cambio flexible en distintos momentos de su historia económica. Estos son:

  • México: el peso mexicano tiene un tipo de cambio flexible desde 1994, aunque el Banco de México puede hacer una devaluación en el mercado cambiario si lo considera necesario.
  • Chile: el peso chileno se ha operado bajo un régimen cambiario flexible desde principios de la década de 2000, lo que significa que el valor de la moneda es determinado por el mercado.
  • Perú: la moneda peruana, el sol, se ha operado bajo un régimen cambiario flexible desde 1991.
  • Colombia: el peso colombiano también tiene un tipo de cambio flexible desde 1999, lo que significa que el valor de la moneda es determinado por la oferta y la demanda en el mercado cambiario.
  • Brasil: aunque Brasil mantuvo un tipo de cambio fijo, en 1999 el país adoptó un régimen de tipo de cambio flotante, que permite que el valor del real sea determinado por el mercado cambiario.

La excepción a la regla es Argentina, que ha optado mayormente por un régimen de tipo de cambio fijo debido a los problemas de inflación y los riesgos asociados a dejar fluctuar libremente el tipo de cambio. Aun así, en el país no rige un solo tipo de cambio, sino que producto de sus dificultades cambiarias ha adoptado diversas cotizaciones que fluctúan de diferente manera.

Actualmente, su banco central realiza microdevaluaciones del dólar oficial a tono con el ritmo de la inflación, siendo influida también por la variación de los tipos de cambio que varían más flexiblemente. Aun así, su régimen cambiario se asemeja más a uno de tipo de cambio fijo que a uno de tipo de cambio flexible.

¿Cuáles son las monedas más devaluadas del mundo?

Datos desprendidos de Bloomberg arrojaban que la Libra libanesa es la moneda con mayor devaluación de todas las existentes desde que comenzó el 2023, con un 90% de pérdida de su valor. El ranking de las 10 peores monedas incluye al de un país latinoamericano:

  1. Libra libanesa: 90%
  2. Rupia paquistaní: 20%
  3. Libra egipcia: 20%
  4. Cedí ghanes: 17%
  5. Kwacha zambiano: 15%
  6. Peso argentino: 14%
  7. Leone de Sierra Leona: 9%
  8. Dólar surinamés: 8%
  9. Corona noruega: 7%
  10. Lilanegi esuatini: 6%

En cambio, la Rupia srilanquesa (15%), el Dinar iraquí (12%), el Colón costarricense (10%), el Peso mexicano (6%) y el Peso chileno (5%), son aquellas que mostraron mejor performance a nivel global. El euro y la libra esterlina se apreciaron en los tres primeros meses del año, con un desempeño de 0,60% y 1,27%.

El Peso argentino es la única moneda que tuvo una devaluación respecto al dólar y a sus pares latinoamericanos. El ranking regional lo completan el Real brasileño y el Sol peruano, con una apreciación en torno al 1%, mientras que el Peso colombiano mantiene un valor positivo aproximado al 3%.

¿Cómo es la devaluación en Colombia?

En los últimos tiempos, la devaluación en Colombia fue un tema central en la vida de los colombianos. El peso colombiano estuvo entre las divisas que más se devaluaron en la región durante 2022, sólo superada por el peso argentino. 

En un contexto de inflación creciente, la inflación superó en todos los meses el 10% y el valor del dólar llegó a los 5.000 pesos, marca que resultó histórica a fines de 2022.

En Colombia, la inflación viene aumentando desde octubre de 2021, alcanzando un 13, 12% en 2023, la cifra más alta en 23 años, lo que viene acompañado de un fenómeno de devaluación del peso colombiano, que en 2022 se posicionó como la cuarta moneda emergente más devaluada en los últimos años 

La pérdida de confianza en la moneda local, hace que muchos colombianos intenten preservar su activos mediante otras monedas. En este sentido, comprar dólares es el método histórico más tradicional para los ahorristas latinos. Aunque en los últimos tiempos crecieron las modalidades de inversión como criptomonedas y, en especial, los dólares digitales. 

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